Como lo menciono en el artículo anterior (El poder de un Sueño) muchos jóvenes y adultos inclusive, aun no tienen respuesta a esta pregunta, porque simplemente no lo saben, distraídos en sus afanes viven en una desorientada búsqueda de un propósito para su vida, confundiéndolo con sus ambiciones o aspiraciones individuales, con la mirada puesta en las cosas que este mundo les ofrece, pero sin encontrar el verdadero propósito de su existencia y en algunos casos extremos esta desorientación los lleva aun a acabar con sus vidas a través del suicidio. Yo, Insisto, en esta declaración; “Dios nos ha dado todo”, absolutamente todo lo que necesitamos, para que conozcamos y cumplamos el propósito para nuestra vida, el cual es: Conocer a Dios personalmente por medio de su palabra (la Biblia) y creer en su hijo Jesucristo, para poder disfrutar de sus bendiciones. y de una vida en santidad en todo lo que hacemos, y prepararnos para compartir con él la vida Eterna, tal como está escrito en (Juan 17:3,)“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo”, Sin embargo, todavía muchos nos encontramos sin esa clara definición del Verdadero propósito de nuestra vida, para lo cual hemos sido creados, escogidos y predestinados, (Efesios: 1: 4-6) “Según nos escogió en el antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en Amor….. Predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad…) llevando una vida cristiana disminuida, a la que comúnmente llamamos Light, sin una relación auténtica e intima con Dios, debilitados en la Fe (Romanos 4: 18-22) “El Creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser el padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho…. Y no se debilito en la fe…..tampoco dudo, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe dando gloria a Dios…”.El propósito de nuestra vida es Conocer a Dios, por medio de su hijo Jesucristo, entregándole a él nuestra vida e intereses personales, confiando en él, como lo hizo Abraham, seguros de que su buena voluntad es lo mejor para nosotros. En el Libro de Eclesiastés advertimos la reflexión del Rey Salomón, hombre sabio y bendecido por Dios, mirando hacia atrás de su vida, donde buscaba el significado y propósito de la vida, reconociendo al final de sus días las muchas equivocaciones que cometió y ahora derrama su corazón para guiar al joven, quien se encuentra en la misma situación (11:9-12:7). Comprendiendo que su vida había sido pura vanidad y que toda la riqueza adquirida no tenía ningún valor, ante la recompensa a recibir al llevar una vida de santidad en el temor de Dios, como se cita en el Libro de Eclesiastés 12:13 “Teme a Dios y guarda sus Mandamientos: porque esto es el todo del hombre”. El apóstol Pablo pudo decir:”…porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi deposito para aquel día" (2ª Tim 1:12,). Pablo hablaba con convicción no solo porque conocía la palabra de Dios, sino porque había confiado sus caminos a Dios, experimentando la veracidad de Dios y de sus promesas. Esa es la razón por la que él halló tanto gozo, debido a su firme confianza en Dios y su palabra (2ª Cor. 4:7; Fil 4:12- 13; 2ª Tim 4:16-18). Confiaba en Dios porque lo conocía: experimentó su amistad, su cuidado amoroso y su guía. El firme valor del sacrificio del hijo de Dios, es promesa y anticipo de los beneficios perdurables de una amistad para siempre con Dios y con su hijo en vida eterna (Juan 17:3). Yo estoy conociendo a Dios día a día desde que me encontré con El, al permitirle entrar en mi corazón, y ahora que Cristo vive en mí estoy conociendo el propósito para mi vida, por lo cual me esfuerzo en El, para conocerle más, por medio de su palabra, para no desfallecer en la Fe, y conseguir el valor que necesito para permanecer en su amor, y hacer las buenas obras que planeó para mi vida desde antes, fortaleciéndome en Cristo Jesús, mediante la Oración y Estudio diario de su Palabra, para vencer con él, prosperar en todo lo que haga y alcanzar la Vida Eterna. ¡Qué hermosa es la vida cuando Cristo está entronado en nuestro corazón! Esta también puede ser tu experiencia, solamente tienes que tomar la decisión y disponer tu corazón para conocerle a Él y así descubrir el propósito de Dios para tu vida. Es el Señor quien dará dirección y sentido a tu vida hacia ese propósito.
